Cómo ser hijo de puta, asesino y de las juventudes del PP
Además de tener cara de palurdo, una densidad neuronal por debajo del límite de una ameba, las manos manchadas de sangre y una ristra de insultos más que serían halagos por mi parte para alguien que dudosamente puedo calificar como ser humano.
Jaime Ferrero, no pongo ni tu foto porque me dan ganas de vomitar, desgraciado, y bastante ya con que no se me llenan las manos de mierda de escribir tu nombre.
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