viernes, 9 de junio de 2006

Yo soy la puta


"Uno se construye grandes historias, ésa es la verdad, y puede seguir creyéndolas durante años, no importa lo absurdas que sean, ni lo inverosímiles, te las llevas contigo y basta. Se es hasta feliz con cosas así. Feliz. Y podría no acabar nunca. Luego, un día, sucede que se rompe algo en el corazón del gran artefacto fantástico, zas, sin razón alguna, se rompe de repente y tu te quedas ahí, si comprender cómo es que esta fabulosa historia ya no la llevas encima, sino delante, como si fuera la locura de otro y ese otro fueras tú. "
Baricco, Océano mar
Una vez me escribí "No acaricies, prostituta, que el tiempo se detenga en tus ojos". Es fácil permanecer en el miedo; vivimos durante años agazapados, escondidos en el fondo de nosotros mismos esperando que alguien nos venga a buscar. Y sin saber cómo, el mundo, la vida al fin, se nos hecha encima con sus treinta y dos dientes de viejo animal.
Yo ya no tengo miedo. No creo que tenga tiempo para tenerlo.
Creo que ella estaría orgullosa de mí.