lunes, 12 de diciembre de 2005

Santos lugares para caer

Era la gata porque los gatos caen siempre sobre sus cuatro patas. Me puedes tirar desde una ventana en distintas posiciones, pero lagata caerá siempre sobre sus cuatro patas. Y era zurda porque aunque cayera de pie, la caída siempre me hacía tambalearme un poco. Existe mucha tragedia en mi, es decir, la creo y ronroneo a su alrededor sin atisbos de culpa, soy una especialista. Pero al final, siempre caigo sobre mis cuatro patas.
Dentro de seis días volveré a León. Y caeré con mis cuatro patas en un sitio donde no pone tu nombre, Patricia Martín Fraile. Y volverá a Madrid y de veras será día 17 de diciembre una y otra vez, y caeré sobre mis cuatro patas en navidad, y haré entrevistas de trabajo y tendré miedo y lloraré mucho y pensaré que no puedo aguantar más, y me enfadaré porque no vienes a casa y después de un tiempo de llorar sin parar, autodenominarme desgraciada y arrebatarles al Santo y a mi vida paralela los fines de semana, me daré cuenta de que estoy otra vez sobre mis cuatro patas, cada vez más gata y menos zurda.
Porque soy una superviviente, y lo sé y a veces me odio por ello.
Yo soy LAGATA.
Y estas son mis cuatro patas.