jueves, 24 de febrero de 2005

YOU'RE SEXY MOTHER FUCKER

Mividaparalela y su Santo me acogieron en sus brazos cuando mi casa se convirtió en tragedia. Después llevaron con exquisito cuidado todos mis libros a mi nueva vida, me dieron un besito en la frente y me secaron las lágrimas. Cada viaje que hacen tiene un recuerdo bonito en mi casa, cada navidad, cada cumpleaños, cada agradecimiento suyo es una demostración elegante de su infinita bondad y del golpe de suerte que tuve cuando un novio tonto, a los 19 años, me puso los cuernos con Mividaparalela.
Desde entonces ella me acaricia los párpados después de cada llanto, ya sea de felicidad o alegría.
Cuando fui a recoger los pedazos de mi historia con la Sirenita y aun no sabía que aquello era una despedida, Mividaparalela estaba conmigo en el taxi. Mientras subía la cuesta del hospital y mi corazón adelantaba la tragedia, ella movía sus dos pequeños piecitos para permanecer a mi lado. Fueron sus oidos los que escucharon, a la vez que los mios -Hija, Patri, que se ha muerto- y ninguna de las dos podíamos creer. Ella fue quien me dijo que la Sirenita sabía, seguro, lo mucho que yo la quería, aunque yo no se lo hubiera dicho nunca, y pude dejar de sentirme culpable por eso.
Su nombre es "Pilar", en la pandilla la llaman "Pitu", su Santo la dice "Cari", el Niño Cantor se deshace de ternura al pronunciar "Piti", aquí la llamaré Mividaparalela, pero ella es LA AMIGA con mayúsculas.
Es decir, que una palabra suya basta para sanarme...
Sólo quiero, en estos días en que Mividaparelela se plantea de qué materia están hechas sus relaciones, decirle GRACIAS POR CRUZARTE EN MI VIDA.
Las mejores cosas son así, simplemente perfectas.
YOU ARE MY SEXY MOTHER FUCKER, cariño.
Todo saldrá bien.

lunes, 14 de febrero de 2005

Yo soy el tigre

Soy un buen partido en el sentido más amplio de la palabra.
Tengo a mis espaldas la certeza del puro triunfo. Fui buena estudiante -matrículas de honor en la licenciatura incluídas-; soy una hija responsable, una trabajadora incansable, un editor creativo, una escritora celebrada, una mente con un coeficiente intelectual -según los test al uso- bastante alto, un ciudadano que paga sus impuestos, que gana un sueldo aceptabe, que tiene su propia casa empapada del sudor de su frente, apenas bebo, soy seria, responsable, trabajadora, incansable, activa, creativa, emprendedora y hasta rentista en ciernes.
Tengo 26 años.
Me pidieron que hiciera una lista de todo lo que tengo de bueno. Tú me ayudaste. YO puse todo esto que acabo de nombrar.
A tí todo esto no te importaba una mierda. Te sentías orgullosa, lo sé, me decías que tenías sana envidia de que yo ahora disfrutara de todos estos logros. Pero sé que no te importaba. Vamos a poner las cartas sobre la mesa. Empecemos de nuevo.
Soy un mal partido en el sentido más amplio de la palabra.
Tengo a mis espaldas la certeza del puro fracaso. Fui una prostituta que me vendí por una migaja de falso cariño, una hija que odió, una bola de rencor, una amasijo de llanto, no sé abrazar, no sé decir te quiero, no se querer, me obsesiono con el cariño hasta el punto de volverme una psicópata, soy un pozo sin fondo que espera ser rellenado con cualquier muestra de piedad, no tengo dignidad, no tengo futuro, mi mente tiene una vida paralela a mi intención, no soy guapa -ni por fuera ni por dentro-, me quedé sola una y mil veces, una y mil veces volví a construírme una vida que se abnegó una y mil veces en un saco de amargura y reproches, soy una tarada sentimental, no tengo ni 0º de inteligencia emocional, he hecho infeliz a mucha gente, no puedo hacer feliz a las personas que me necesitan, nunca estoy a la altura, soy una chupótera, recibo más de lo que doy y aun así me desepera no tener más.
Tengo una pila de años de pura tristeza y un futuro que no pronostica ser muy diferente.
Soy un tigre, hecho para el amor y enjaulado en tu recuerdo.
Pero tú, que me ayudaste a hacer mi lista, miraste más allá de esto. Quince días antes de morir, resumiste todo lo que me querías, todo tu potencial para mirarme, en una frase:
-Pon en tú lista la verdad; en la columna de las buenas, escribe: YO.

No puedo creer que estés muerta, Sirenita.

viernes, 11 de febrero de 2005

Un ataque de jazmín

De pronto, esta mañana, me quedé en blanco. Simplemente tenía el billete en la mano, sólo había que meterlo en la ranura. Y durante tres minutos se me ha cortado la electricidad en el cerebro. No sabría explicarlo. Me deben de haber golpeado y gritado, no lo sé.
De pronto estaba en el mundo y he sabido que durante ese tiempo había estado en otra parte y acababa de volver. Quiero pensar que he estado contigo, y que por eso el golpe de calor ha sido tan fuerte. No sabría decir, he perdido completamente la conciencia.
Por un momento realmente no he pensado en nada. Una niebla blanca y espesa se ha apoderado de mí y siquiera he podido notarla.
Dime que eras tú, que he estado en el otro lado contigo y me has abrazado.
¿Dónde dormiré mi amor?
Lo intento cada puto minuto. De pie junto a los arriates de jazmines le pido piedad al mundo por la pérdida de las rosas. Desmezco la pena cada mañana, cuando el sol se convierte en rosario de otras 24 horas con este líquido espeso que me recorre el alma.Tiemblo de pies a cabeza cada vez que alguien adelanta su piel con la intención de acariciarme.
Dame una tregua. Ven de una vez a mis sueños.
Por favor, por favor, despertarme. Que alguien me lea la historia de este amor, que alguien convierta mi cuerpo en susurro, apenas caricia, que nadie me toque.
No estás, no estás, y cada día que pasa me arranco la piel a jirones para no pensar, para no darme cuenta, para evitar la consciencia.
Dame una tregua, Sirenita. Vuelve a casa. Despiértame.
Te quiero, te quiero. No me dejes sola con tanta crueldad, por favor.
¿No te das cuenta, Sirenita?
No sé qué va a ser de mi mundo sin tu caricia...

miércoles, 9 de febrero de 2005

Un oasis de felicidad

Mi hermano mellizo -los dos nacimos en ciudades distintas en 1978- acaba de saber que todo el esfuerzo realizado ha merecido la pena, a pesar de la pérdida de las rosas...
¡Felicidades R. y Y.!
Sois los mejores...
Donde quiera que esté la Sirenita, sé que está dando palmas y saltitos y que se siente la hermana mayor más feliz del mundo.
Felicidades, felicidades, felicidades
:)

martes, 1 de febrero de 2005

Mi cielo vacío

Él me recogía del suelo en el patio del colegio, y más tarde en la calle, en los bares, en la facultad, en la vida. Cuando éramos pequeños, se tumbaba boca arriba y yo me sentaba en sus rodillas y agarraba sus puños —Churrito, vamos a hacer la moto— y me acunaba cuando Mamá me echaba la bronca. Cuando lloro, él se bebe mis lágrimas. Y ahora sólo es una sombra de tristeza. Qué voy a hacer con la vida, cómo explicarle que caminaría descalza los desiertos para que pudiera olvidar, dormir por las noches, ni con qué dolor empezar a luchar.
El domingo por la mañana, un amante me acunó y tuve que contener las lágrimas; qué momento extraño es este en el que cambio los brazos de mi hermano por la piedad de un hermoso cuerpo perdido entre mis sábanas, cómo podré asumir la crueldad del mundo, ahora que no queda tiempo para ser la niña necesitada de cuidados, ahora que no sé cómo ser una adulta, y grito delante de veinte personas que no puedo más, que estoy tan asustada que no recuerdo lo que es dormir, que le quiero y reclamo su dolor para mí, todo para mí, que alguien me regale su dolor.
Solamente pido un poco de felicidad para él, el cuidador de mis sonrisas.
Que nadie me acaricie. No sabré estar a la altura.