PARA AE. y EA.; y, por supuesto, para Ari:
Ahora sí que da lo mismo. Amanece, amor, hemos saltado por encima de la hogera de san Juan, nos hemos lavado la cara con el aguas besada por la luna, y tenemos ante nosotros toda una palabra por vivir.
Amor mío, somos hijos de la aspereza, pero no tenemos ningún ácaro triste en el centro del corazón.
>lo dijo Jorge Riechman y se quedó tan pancho>
martes, 11 de noviembre de 2003
Suscribirse a:
Comment Feed (RSS)
|