viernes, 16 de enero de 2004

haciéndome mayor

Por la presente, yo, Lagata Ovillera Adulta, con D. N.I: XXXXXXXX, presento mi dimisión en el cargo que desde septiembre del año 2004 había venido realizando en LaEmpresaTalenlaqueentrécontodamiilusión. Por tanto, anuncio mediante este documento que mi último día de trabajo será el miércoles 28 de enero del presente año, para cumplir así el contrato que en su día firmé y que a pesar de la ilusión y el esfuerzo no me permite comer ni pagar el alquiler, conforme a lo establecido por la ley en cuanto al anuncio de la finalización del contrato con 15 días de antelación.
Y para que así conste, firmo en Madrid, a 14 de Enero del 2004.

Fdo. La gata,

(que se va a trabajar a otro sitio (de lo suyo, que nadie se asuste, no voy al Mac Donals)
que la gusta menos (aunque ya veremos, puede que sea mucho mejor)pero donde queda el consuelo de que el mpresario no pretende forrarse a cuenta de la ilusiones de alguien joven y dispuesto a currar horas y horas bajo presión, por cuatro duros, con un contrato de becario o de prácticas tan voluble como la memoria de Merlín, por el puro placer de trabajar en lo que le gusta y tener una oportunidad, que ya he visto que nunca llegará, claro, de que después le reconozcan el sacrificio y le paguen a cambio de su trabajo en la empresa donde se ha dejado su lozanía... Y sus años de preparación académica y su dignidad estudiantil y profesional /personal).
NOTA: Hubo una vez en que pasaba que tu trabajabas, ¡y te pagaban por hacerlo! Creo que he conseguido viajar en el tiempo...
O sea, que he firmado la libertad económica (solo he quitado las partes identificativas cambiándolas por otras, he hecho un corta y pega de mi carta de dimisión auténtica; estoy
en la oficina por el tema de los 15 días,que claro, no me van a regalar, que se joda que estoy aprovechando su línea ADSL) o lo que es lo mismo, la independencia paternal, en fin, con algunas lágrimas en los ojos, pero consciente de que así es la vida, que así deja nuestro gobierno y sus leyes laborales y sus magníficas ideas de becas, prácticas y demás retornos esclavizantes al estado laboral de no-derecho que sea.

Y dicho esto, deseadme suerte, que estoy asustadísima de mi nueva vida de adulto consciente del mundo en el que vive, y, al fin, independiente...
Y un caramelito para lagata, que, a pesar de la pena, ha podido sacar a adelante todo esto de una manera semi-adulta y consciente, y aceptar el mundo tal como es, que tampoco lo ha pintado ella...
Y un besito al gato grande, que ha sido el mejor consejero que encontré por estas lides... Un cielo lleno de sabiduría.